La temporada 2023 se convirtió en un completo desastre para la franquicia, nuestro actual récord de dos ganados y siete perdidos, habla de una muy errónea planificación, que se ha detectado principalmente con los resultados obtenidos, derivado de malas planeaciones, que se puede presenciar en un vestuario que parece divido y sobre todo la decepción de toda una afición que esperaba que el equipo tuviera un 2023 muy esperanzador, luego de una decepcionante campaña pasada, donde dejaron muchas controversias que parecía iban a resolverse este año, pero fue todo lo contrario y en lugar de tener un proceso importante, se nota un retroceso que tiene a los aficionados muy frustrados.
Para un sector de la fanaticada, el equipo se encuentra sin rumbo, es decir que no existe reconstrucción en este momento y todo ha sido un panorama obscuro para la franquicia, actualmente nos hemos convertido en un rival “blando” para las demás instituciones, situación a la que no estamos acostumbrados y sin duda causa mucha decepción. Durante las últimas temporadas, hemos visto como equipos se han convertido en protagonistas cuando en el tiempo de “gloria” pensábamos que nunca serían relevantes y actualmente Patriots se quedó muy detrás de ellos, siendo campañas extremadamente frustrantes.
Evidentemente todo ciclo tiene un inicio y un final, pero el desenlace de una dinastía que nos dio tantas alegrías es muy decepcionante, todo esto generado de una inexistente planificación, que se ha presenciado en malos resultados y la realidad es que New England necesita una limpia interna, ante la falta capacidad de reacción que se han presentado en momentos clave de las últimas campañas. Es evidente que la temporada acabó y es urgente comenzar con una renovación que permita regresarnos la identidad de ser un equipo que juega con el corazón y está acostumbrado a ganar.
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