Los Patriots desaprovecharon la oportunidad de ponerse 2-0 por primera vez desde 2019, y oportunidades tuvieron, solo les faltó poder cerrar el partido.

El debut de New England en casa no pudo coronarse con una victoria, fue un partido reñido de principio a fin, ambos equipos estuvieron al frente en el marcador en más de una ocasión.

Seattle no contó con su estelar corredor Kenneth Walker, por lo que los locales tratarían de obligarlos a ganarles por la vía aérea, el plan funcionó, a medias, pues si bien nulificaron por completo el ataque terrestre de sus oponentes, Geno Smith se dio un festín ante la secundaria de New England que tuvo un mal partido en términos generales.

Los Patriots nos acostumbraron por casi 20 años a ser un equipo que jugaba por nota, que rara vez se equivocaba y que sabía aprovechar bien las debilidades de sus oponentes, todo eso no sucedió el día de ayer en Foxboro.

El ataque terrestre sigue siendo la carta fuerte del equipo, Rhamondre Stevenson y Antonio Gibson se combinaron para 177 yardas, lo que le dio a los Pats el control del balón y del tiempo de posesión. Otro punto a destacar en el ataque fue Hunter Henry, que generó 109 yardas por recepción, poco a poco la ofensiva comienza a encontrar canales para atacar. Pero no todo fueron cosas positivas al ataque, los receptores solo atraparon 3 pases, vía Ja´Lynn Polk y KJ Osborn para apenas 19 yardas, una producción que sobra decir es muy pobre. Mucho tuvo que ver que la línea ofensiva no es capaz de sostener la protección por más de 2 segundos, lo que hace que Brissett deba extender la jugada o lanzar hacia rutas cortas. El problema no es tanto que los WRs no logren separación, sino que no se tiene el tiempo suficiente para desarrollar las jugadas.

La defensiva también tuvo sus altas y bajas, comenzó a tambor batiente el primer cuarto, pero terminó cediendo demasiadas yardas en el segundo cuarto. Al medio tiempo vinieron los ajustes, y en todo el tercer cuarto no permitieron anotación, forzando constantes 3 y fuera para el ataque de los Seahawks. Pero fue justo cuando más los necesitaba el equipo, que la defensiva se dobló, faltando poco menos de 4 minutos los Pats se fueron al frente en el marcador, pero terminaron cediendo una larga ofensiva de Seatlle de 9 jugadas, que les permitió empatar el partido. El partido se fue a tiempo extra, y tras despejar los Patriots, Seattle tuvo otra larga serie de 8 jugadas que tuvo como conclusión el gol de campo de la victoria para los visitantes.

Castigos en momentos inoportunos y no poder contener al rival cuando más se necesitaba, terminaron por sepultar las aspiraciones de New England. Este equipo tiene una cara diferente, cualquiera que pretenda derrotarlos tendrá que batallar durante 60 minutos para lograrlo, las bases están comenzando a sentarse. Sin embargo, queda la sensación de que se pudo haber ganado, un par de jugadas más, un par de errores menos, y el resultado hubiera sido diferente. Seattle bloqueó un gol de campo, que a la postre fue la diferencia en el marcador.

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