Los New England Patriots hicieron su debut en la temporada 2021 en Gillette Stadium con una derrota de 16-17 ante los Miami Dolphins, en partido que marcó el regreso de sus aficionados luego de no tenerlos presentes en todo 2020 debido a la pandemia de Covid-19.
Cosa rara es la NFL, el 2020 no se esperaba mucho del equipo y se comenzó con una victoria, ahora en 2021 el equipo se reforzó lo suficiente como para revertir la situación y se comienza con una muy dolorosa derrota, pero como no se puede juzgar toda una temporada por un partido, y menos siendo el primero, procedamos a analizar el encuentro.
El análisis.
El ataque patriota volvió a lucir como nos tenía acostumbrados, con un ataque más balanceado, incluso con más jugadas de pase que acarreos, y con un mariscal de bolsillo, y no uno capaz de hacer jugadas con sus piernas.
Si solo tuviéramos que evaluar los números, tendríamos que decir que fue una muy buena actuación, casi 400 yardas (393), con un 68.75% de eficiencia en terceras oportunidades (11/16) y un tiempo de posesión de casi 37 minutos, cualquiera que leyera esas estadísticas pensaría que el partido se ganó, pero no fue así.
Damien Harris tuvo en buen partido, con 100 yardas por acarreo, y un promedio de 4.3 pero tuvo un fumble en la última posesión, cuando se estaba a 9 yardas de anotar para darle la vuelta al partido, y ese error selló la derrota.
La línea ofensiva cumplió a medias, abrió carriles para sus corredores, pero la bolsa de protección colapsaba muy rápido, con todo y ello solo concedieron una captura, aunque fue más por mérito del mariscal, que se deshacía muy rápido del balón. El cuerpo de receptores cumplió bastante bien, sin ser espectaculares generaron lo suficiente y no tuvieron ningún error costoso.
Los Tight End aunque no fueron un factor determinante, aparecieron en momentos importantes y también aportaron lo suyo. James White volvió a entregarnos un excelente partido, siendo el hombre importante en terceras oportunidades, y convirtiéndose en esa válvula de escape en terceras oportunidades. Mac Jones tuvo un inicio errático en su primera serie ofensiva, pero logró acomodarse, incluso se convirtió en el primer mariscal novato (con al menos 30 pases intentados) que en su juego de debut completa más del 70% de sus envíos (29/39), su 74% de efectividad es un record en la NFL.
A la defensiva, también se cumplió, por el centro Davon Godchaux, Carl Davis, Lawrence Guy y Hightower, cumplieron con la misión de no dejar correr a los rivales, contuvieron a los Dolphins en 74 yardas y un promedio de 3.2 por acarreo, lo que representa una enorme mejoría respecto a lo que vimos en la temporada de 2020. Por los bordes, Van Noy, Judon y Uche cumplieron también con no dejar correr tanto a Tagovailoa y compañía.
Los linebackers cumplieron en todas sus asignaturas, bajando para tacklear en jugadas de carrera y tratando de poner presión por los bordes, tan es así que se lograron 2 capturas vía Kyle Van Noy y Josh Uche, y también se tuvieron otras 7 tackleadas para pérdida de yardas y 4 golpes al mariscal, lo que nos puede dar una idea de que la presión funcionó en términos generales, lograron incomodar al mariscal rival. La defensiva secundaria que se pensaba sería el eslabón débil del equipo, también cumplió con un trabajo destacable, con 3 pases defendidos, destacando uno de Jalen Mills en zona de anotación, lo que evitó un touchdown para los Dolphins.
Jonathan Jones aportó una intercepción en un momento crucial del partido. La primera serie ofensiva de los Doplhins, lograron coronarla con anotación, pero después de eso, lograron contener a la ofensiva rival. Al final, no pudieron detener cuando estaba el partido en juego, pero no se les puede culpar, a final de cuentas lograron contener en 259 yardas totales a la ofensiva y solo 17 puntos, lo que debió ser suficiente para poder ganar el partido.
Conclusión
El partido fue relativamente bien jugado, aunque se cometieron 8 castigos que costaron 84 yardas, (algo muy atípico en un equipo de Belichick) y dos balones sueltos por parte de la ofensiva, esos errores no costaron puntos, por lo que, si bien se deben corregir, no fueron la causa de la derrota.
La ofensiva logró avanzar 393 yardas por 259 del rival y en cuanto al tiempo de posesión se superó al rival por 13 minutos. Se logró establecer el ataque terrestre, y el debutante mariscal no cometió errores. Podríamos decir que en términos generales el ataque fue un poco conservador, pero eso estaba dentro de lo pronosticado, toda vez que Mac Jones requiere tiempo para poder dominar todo el extenso playbook, y también debemos considerar que hay muchas caras nuevas. Así que la explicación más lógica para la derrota debe ser sencilla, mérito al rival, que no fue mejor en estadísticas, pero si en disciplina, fue contundente cuando debió serlo, concretó en momentos oportunos a la ofensiva, y detuvo a la defensiva a manera de no permitir más que un touchdown a la ofensiva Patriota en 4 visitas a zona roja. El coach Flores conoce muy bien al equipo, y logró mantener a su equipo concentrado y su plan de juego, que no fue espectacular, pero si lo suficientemente efectivo.
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