Los Patriots por fin detuvieron su caída libre, y cortaron la racha de cuatro derrotas consecutivas, e independientemente de las formas, la victoria es oxígeno puro, pues siempre será mejor trabajar en la semana después de ganar, sin la presión de tener que salir de un mal momento, además que seguramente traerá un poco de confianza al equipo, ya que si bien se estaba luchando los resultados no se estaban dando.
No fue la victoria más brillante para el equipo, pero cuenta igual, para la fanaticada Patriota, es difícil asimilar el mal momento del equipo, pues estábamos acostumbrados a estar en la cima, y es fácil perder objetividad y que nos gane la pasión, pero esto no debe ser obstáculo para disfrutar una victoria, independientemente del rival, recuerdo que en la jornada 9 de la temporada 2010, los Patriotas perdieron 34-14 frente a Cleveland, aquel año los Pats quedaron con marca 14-2 y los Browns 5-11; al término del partido un reportero de manera un tanto incisiva le preguntó a Tom Brady cómo era posible que un equipo como Cleveland los hubiera dominado de principio a fin, y Brady, muy contrario a su costumbre (siempre fue muy ecuánime con la prensa) y visiblemente molesto le respondió: “Es posible porque lo que ustedes los de la prensa no saben, es que en la NFL hay 32 equipos, cuyas plantillas están compuestas de 53 atletas, capaces de jugar al más alto nivel que pueda existir. No existen los malos equipos en esta liga, ustedes nos han visto ganar muchos partidos, pero eso no significa que alguna vez haya sido fácil”. Palabras más, palabras menos, no es la cita textual, pero esa fue su respuesta. El comentario viene porque hay un sector de los aficionados que están inconformes aun con la victoria, porque literalmente se concretó en la última jugada del partido, ante un equipo que no ha ganado en lo que va de la temporada, pero eso sería tanto como menospreciar al rival, y todos los que nos hemos puesto alguna vez un caso y unas hombreras, si algo tenemos presente, es respetar a nuestro adversario, pues viene a darlo todo por sus colores, independientemente de su posición en el standing. Sin más, les presentamos nuestro análisis.
Cam Newton no tuvo un partido brillante en los controles, pero si muy efectivo al completar 27 de 35 pases para una ganancia de 274 yardas, sin touchdowns ni intercepciones. En el transcurso de la semana el mariscal habló mucho acerca de cuidar el balón, y fue justo lo que hizo, aunque por momentos, sobre todo en la primera mitad, era desesperante verlo tan dubitativo, temeroso de lanzar profundo, reteniendo demasiado el balón, y como ha sido durante toda la temporada, lanzando con una mala mecánica y a lo seguro, aunque represente avances muy cortos, sin embargo, en el segundo tiempo las cosas mejoraron considerablemente. La primera serie ofensiva de New England comenzó con un touchdown, después vino más de los mismo que hemos visto durante casi toda la temporada, que es nula producción ofensiva, situación que no pesaba mucho porque los Jets tampoco capitalizaban gran cosa, faltando un minuto con tres segundos, el marcador favorecía a los de Nueva York 13-10, pero un costoso castigo de interferencia de Jason McCourty puso a los Jets en la yarda 20, lo que puso la mesa para que los neoyorkinos se fueran al descanso con una ventaja de 20-10, y de nuevo parecía que la noche caía sobre los Patriots. La defensiva no estaba dando hasta ese momento un buen partido, y constantemente cometían desatenciones en los pases profundos o castigos que comprometían las series, situación que era de esperarse debido a las ausencias de la unidad. Lo rescatable durante la primera mitad fue que la química entre Cam Newton y Jakobi Meyers siguió acrecentándose y Damien Harris, que, sin ser factor determinante, siguió estableciéndose como el caballo de batalla en el ataque terrestre.
Para la segunda mitad las cosas cambiaron, el equipo salió con renovados bríos, tuvieron la posesión del balón por más de 21 minutos y anotaron en las 4 series ofensivas. A New England le tocó recibir al inicio del tercer cuarto, y logró capitalizar una serie de 13 jugadas, 78 yardas para coronarla con un touchdown en acarreo de una yarda de Rex Burkhead, para acercarse 20-17. Los Jets respondieron inmediatamente también con una serie larga de casi 7 minutos que igualmente terminaron con un pase de anotación de Joe Flacco a Breshad Perriman para adelantarse 27-17. Pero los Patriots estaban inspirados, y tras otra larga serie ofensiva, terminaron acercándose con un gol de campo para poner el marcador 27-20 restando poco más de 6 minutos en el reloj de juego. Los Jets quisieron liquidar el partido, y Joe Flacco lanza un pase largo a la doble cobertura, que interceptó J.C. Jackson, para sacarse la espina luego de haber sido quemado un par de ocasiones en pases lanzados en su dirección. New England comenzaba su serie en su propia yarda 28, pero tras 11 jugadas recorrió 72 yardas culminando con el segundo touchdown por la vía terrestre de Cam Newton, para empatar el marcador 27-27. Los Jets de nueva cuenta tomaron malas decisiones, y tuvieron un 3 y fuera a la ofensiva, y restando solo 47 segundos devolvieron la posesión a New England que tenía sus tres tiempos fuera. Tras 6 jugadas, Cam Newton conecta un pase de 20 yardas con Meyers, para preparar un gol de campo de 51 yardas que haría efectivo Nick Folk y así darle la victoria a los Patriots cuando el reloj expiraba.
Conclusión
No fue brillante, pero igual cuenta como una victoria, terminando con la mala racha del equipo. Hay puntos a rescatar como el hecho de haber anotado en 4 ofensivas consecutivas, no haber cometido pérdidas de balón, el juego de Jakobi Meyers que se está convirtiendo en la opción más confiable dentro del cuerpo de receptores, y la potencia con la que corre Damien Harris por el centro, salió lesionado en el último cuarto, habrá que monitorear su estado de salud en la semana. La defensiva comenzó mal el partido, cediendo muchas yardas sobre todo en pases a lo profundo, pero pronto regresará Stephon Gilmore, además que en la segunda mitad se comportaron a la altura y tuvieron una intercepción decisiva para el resultado final. Un triunfo que definitivamente traerá un poco de calma, no es ni remotamente para echar las campanas al vuelo, pero al fin y al cabo es una victoria, que todavía da ciertas esperanzas al equipo, que por lo menos a la ofensiva, por segundo partido consecutivo, se les vio en mejor forma con más dinámica y rapidez, aunque aún deben trabajar en tratar de establecer ese ritmo durante todo el partido, y no solamente en las segundas mitades.
Por:
Onésimo Ríos
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