Antes de que Robert Kraft comprara la franquicia de los New England Patriots, el equipo era uno de los más perdedores en la NFL. De 1960 a 1993 (34 temporadas) el equipo solo tuvo 15 temporadas con marca ganadora y solo 6 apariciones en playoffs (marca de 4-6) y un Super Bowl disputado, aquella derrota histórica en contra de los Chicago Bears por marcador de 46-10, lo que en ese momento fue la paliza más grande en la historia del súper domingo.
Con Kraft como dueño, en un lapso de 26 temporadas (1994 a 2019), el equipo tuvo 20 apariciones en postemporada, incluidas 13 participaciones en finales de conferencia con saldo de 10-3 incluidas 6 victorias en el Super Bowl (2 veces Rams, Carolina, Philadelphia, Atlanta y Seattle), a cambio de 4 derrotas (Green Bay, 2 veces con Giants y Philadelphia).
Pero como toda franquicia que ha gozado de una época de gloria (la de New England fue la más prolongada en la historia de la NFL), en este momento el equipo está tocando fondo, con marca actual de 2-10 se perfila para estar entre los 2 peores equipos de la NFL, situación que no se vivía desde 1992, cuando con marca de 2-14 los Patriots fueron los dueños de la primera selección global del draft de 1993. En aquel reclutamiento comenzaron a sentarse las bases, Bill Parcells llegó como nuevo Head Coach y seleccionó en el primer turno global al mariscal Drew Bledsoe, quien fuera el rostro de la franquicia por 8 años, en ese draft comenzaron a sentarse las bases de la reconstrucción, pues también se seleccionaron a jugadores como Todd Rucci (Guard), Chris Slade (LB) y Troy Brown (WR), todos ellos piezas claves en el resurgir del equipo.
Robert Kraft no contrató a Bill Parcells, por lo que no ha atravesado una época de reconstrucción, la salida de Parcells se dio por desacuerdos, pues recordemos que Parcells se marchó luego de una aparición en el Super Bowl. Después llegó Pete Carroll que estuvo 3 temporadas al frente del equipo, y no tuvo marca perdedora en ese periodo, y lo sucedió Bill Belichick, que llegó luego de una temporada de 8-8 y con una base de jugadores interesantes, por lo que no hubo una reconstrucción como tal.
Por lo tanto, esta será la primera ocasión que bajo el mandato de Robert Kraft el equipo enfrente una reconstrucción, pero a pesar de todo, la situación no será tan alarmante, pues además del lugar tan alto que tendrán en el draft, los Patriots tendrán la segunda cifra más elevada disponible para gastar en contrataciones, con poco más de 90 millones según el portal overthecap.com por lo que si se hace un buen trabajo en la gerencia, el equipo no debiera pasar un largo periodo de tiempo para volver a ser protagonista.
La decisión más importante deberá tomarla Kraft inmediatamente después de terminar la temporada, y el dilema correr al entrenador que le ha liderado a la franquicia en sus 6 títulos de Super Bowl, y quien formó una de las dinastías más dominantes en la historia de la NFL (hay muchos argumentos para pensar que han sido el equipo más dominante de todos los tiempos). Si se opta por darle las gracias al legendario Coach, quien llegue deberá enfrentar la decisión de si conserva al núcleo defensivo (uno de los mejores de la liga) y orientarse a arreglar la terrible y disfuncional ofensiva que se tiene, o bien, hacer una reconstrucción absoluta y comenzar desde ceros. Si Kraft opta por mantener a Belichick, sería imperativo traer un gerente general, pues si bien como entrenador hay muy poco que reprocharle a BB, sus decisiones como gerente general (construcción del roster), son las que tienen al equipo inmerso en la crisis actual.
De aquel roster de 1992, fueron 28 los jugadores cortados y que no repitieron para la temporada de 1993, por lo que sería lógico pensar que el roster para 2024 tenga un “look” muy diferente al actual.
Escribir un comentario