Los Patriots por fin obtienen su primera victoria de la temporada, y aunque quizás las formas no gustaron, representa oxígeno puro para el equipo, pues un hoyo de 0-3 hubiera sido muy difícil de superar, además, se le ganó a un rival divisional lo que nunca es tarea fácil, cierto es que los Jets no atraviesan un buen momento, pero el nivel de intensidad entre estos dos rivales siempre está a tope. Tal como se anticipaba fue un partido donde las defensivas dominaron e impusieron condiciones de principio a fin.
La semana pasada en nuestro análisis publicamos que no existe tal cosa como una victoria moral en el futbol americano, y por lo tanto, para ser congruentes y consistentes en nuestros razonamientos, tampoco debemos tomar esto como una fea victoria, al final, cuenta lo mismo. La victoria le viene bien al equipo para reagruparse, el mes de septiembre se fue rápidamente, y deben poco a poco acercarse a su mejor forma para poder aspirar a tener un buen cierre de temporada, aunque el camino, como ya es bien sabido, será muy difícil por el calendario que se tiene por delante.
Comenzaron al ataque los locales, y los Pats los obligaron a un 3 y fuera, contestando con una ofensiva de 7 jugadas, lo que preparó el camino para adelantarse en el marcador 3-0 con un gol de campo de Chad Ryland de 48 yardas. Siguieron 3 despejes consecutivos y luego los Patriots se internaron de nueva cuenta en territorio rival, pero esta ocasión el novato Ryland no pudo hacer efectivo su intento de gol de campo. Los Jets volvieron a despejar luego de 3 jugadas, y los visitantes contestaron con un largo pase de anotación de 76 yardas de Mac Jones a Pharaoh Brown para adelantarse 10-0 en el marcador. Los equipos vuelven a intercambiar despejes, y los Jets logran una ofensiva de 10 jugadas para concretar con un gol de campo acortando distancias 10-3. Los Patriots lograron mover bien el balón, pero Ryland volvió a fallar su segundo intento de gol de campo, este de 57 yardas. La defensiva logró limitar a 39 yardas totales al ataque de los Jets.
El segundo tiempo fue un poco más de lo mismo, la primera serie, los Pats lograron avanzar 42 yardas en 10 jugadas, preparando el terreno para un gol de campo de 51 yardas, para así aumentar su ventaja 13-3. Después de eso vinieron 6 despejes consecutivos, pues las defensivas seguían imponiendo su ley. Entonces los neoyorkinos por fin pudieron mover las cadenas consistentemente, en una serie de 13 jugadas y 87 yardas que culminaron con un touchdown en acarreo de 1 yarda de Nock Bawden para acercarse 13-10 restando poco más de 5 minutos en el reloj. Los Patiots apenas y llegaron a medio campo y terminaron despejando pronto y encajonaron a los Jets en su propia yarda 10, 3 jugadas después, en tercera y 15, Matt Judon sellaría la victoria con un safety para aumentar la ventaja de su equipo 15-10. Sin embargo, los Pats despejarían luego de 3 jugadas, pero los Jets no pudieron hacer nada a la ofensiva; volvieron a retomar la posesión los visitantes y de nueva cuenta despejaron luego de 3 jugadas, pero los 16 segundos restantes no le bastaron a los locales para intentar remontar.
Conclusión
La defensiva jugó espectacular, limitó al ataque de los Jets a 171 yardas totales y solo 12 primeros y 10. En terceras oportunidades solo les concretaron 2 de 14, 3 capturas, 7 derribos para pérdida de yardas, y 7 golpes al mariscal (incluido un safety) fueron más que suficientes para garantizar la victoria. Al ataque lo más rescatable fue el desempeño de Ezekiel Elliott con 80 yardas por tierra y un promedio de 5 yardas por acarreo; Mac Jones terrible lanzando a lo profundo, sin poder concretar nada. La victoria servirá para preparar con calma el siguiente encuentro, que tendrá un altísimo grado de dificultad.
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