Segunda semana consecutiva que el equipo comete muchos errores, segunda semana consecutiva en que se ven abajo en el marcador por al menos 14 puntos de diferencia, segunda semana consecutiva en que la defensiva ajusta muy bien en la segunda mitad limitando a 9 puntos o menos a una ofensiva potente, segunda semana consecutiva en que a pesar de tantos errores la ofensiva tiene la oportunidad de empatar o darle la vuelta al marcador en la última serie, y segunda semana consecutiva en que el equipo se queda corto y termina perdiendo el partido (ambos en casa).
En el futbol americano no existen tal cosa como las victorias morales, la realidad es que los Patriots se encuentran con marca de 0-2, misma que los deja con posibilidades menores al 10% de pensar en postemporada. Aunque antes del inicio de temporada había sensaciones opuestas respecto al equipo, lo cierto es que, en estas primeras dos semanas, se están materializando los vaticinios de los pesimistas, el equipo llegará hasta donde la defensa pueda permitirlo, y la ofensiva no puede retratarse en el marcador, no puede remontar, y si bien se ve mucho mejor dirigida que hace un año, simplemente no parece tener playmakers que marquen la diferencia, en este momento no hay jugadores que puedan cargarse el equipo al hombro en el último minuto y hacer una jugada magistral que logre la hazaña que si ocurren en los equipos de élite.
El partido tuvo algunas similitudes con el de la semana pasada, la ofensiva comenzó moviendo el balón, pero no lo suficiente, pasando la línea de medio campo, el equipo se ve carente de variantes. Los Dolphins se fueron adelante 3-0, luego el equipo parecía responder, y ya en territorio gol de campo, un fumble termina con las posibilidades de poner puntos en el tablero, la visita respondió con una anotación para ampliar su ventaja 10-0, luego de intercambiar despejes, los Patriots por fin pudieron anotar un gol de campo para acortar distancias, sin embargo, los visitantes respondieron con otra marcha de anotación, para así poderse ir al descanso con una cómoda ventaja de 17-3 y un dominio amplio en el terreno de juego.
Para el complemento, la defensiva ajustó muy bien, intercambiaron despejes ambos equipos, luego Miami se puso en terreno de gol de campo, pero Brenden Schooler logró bloquear el intento y dejó en muy buena posición a su ofensiva; pero ocurrió lo que ya se está convirtiendo en costumbre, estando ya en territorio rival, Mac Jones lanzó un mal pase y le terminan interceptando, y una vez más el equipo no logra sacar puntos habiendo pisado territorio enemigo. Aun así, a principios del último cuarto, la ofensiva por fin anota por conducto de Hunter Henry a pase de Jones, para acercarse 17-10. La defensiva seguía en plan grande, y el novato Christian Gonzalez intercepta para devolverle la posesión a su equipo, misma que no se aprovecharía, y los visitantes en la primera jugada de su siguiente serie, anotan por conducto de Raheem Mostert con un acarreo de 43 yardas para ampliar su ventaja 24-10 restando casi 9 minutos de juego. La ofensiva Patriota respondería con su mejor serie del partido, 9 jugadas y 75 yardas que culminaron con un touchdown de Rhamondre Stevenson en acarreo de 2 yardas para acercarse 24-17. La defensa vuelve a frenar a Miami que intenta un gol de campo de 55 yardas, que sale desviado por el lado izquierdo. Y así se repitió el guión de hace una semana, la ofensiva se interna en territorio rival, y en 4ta y 9 un pase muy bajo de Mac Jones a Mike Gesicki se queda corto, este antes de caer envía un pase lateral al Guard Cole Strange, que hace un gran esfuerzo, pero se quedó a centímetro de lograr el primero y 10 en la yarda 29 de Miami, terminando así con las esperanzas de empatar el partido para irse a tiempos extras.
Conclusión
Los jugadores declararon al final de partido: “No somos un mal equipo”, a juzgar por el desempeño en general pudiera ser que tengan razón, pero decía el retirado entrenador Bill Parcells: “Eres tan bueno como tu récord lo indica”, la verdad es que el esfuerzo ahí está, pero ya se está convirtiendo en costumbre que el equipo se pone abajo por errores propios, y luego tienen una reacción tardía que termina por quedarse corta, la cierto es que la ofensiva no parece tener la capacidad de remontar marcadores, está faltando una jugada extra para poder concretar tal cosa, y en una liga tan competitiva, con rivales tan complicados cada semana, no basta con hacer un gran esfuerzo el último cuarto, si no juegan al límite de sus capacidades los 60 minutos, simplemente no se tiene el nivel de talento para llevar lejos a este equipo.
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