New England rara vez se ha distinguido por tener un cuerpo de receptores de élite, lo más destacado fue aquel trío conformado por Moss-Welker-Stallworth en 2007 y tranquilamente podríamos afirmar que por mucho han sido lo más destacado. De ahí en más actuaciones destacadas individualmente de Julian Edelman han sido lo más rescatable en la posición en los últimos 10 años.
Para la temporada 2022, muchos especialistas criticaban el hecho de que los Patriots no tienen en su roster un legítimo WR1, de esos que obligan a los coordinadores defensivos rivales a diseñar un plan de juego específico para frenarlos, y es cierto, no hay ningún receptor de élite, sin embargo, podríamos argumentar que tiene 4 receptores que tranquilamente podrían ser la opción No. 2 en cualquier equipo, y con ello conforman un grupo interesante.
La temporada comenzó y parecía que sería decepcionante, pero con el pasar del tiempo este grupo ha ido tomando forma y produciendo lo suficiente como para poder mover las cadenas constantemente, con todo y que la identidad del ataque claramente es atacar primero por tierra.
Cada receptor ofrece un conjunto de habilidades diferente y los describimos a continuación:
DeVante Parker es claramente la opción principal, ha alineado en 260 jugadas, tiene velocidad aceptable, es el más corpulento de todos con sus casi 99 kilos de peso, su estatura lo convierte en un jugador que puede hacerse de pases disputados y tiene buena presencia en zona roja. Su aporte consiste en 8 recepciones, 189 yardas, 1 anotación y un promedio de 23.6 yardas por recepción.
Jakobi Meyers ha estado en el campo 154 jugadas, tomando en cuenta que se perdió 2 partidos por lesión, su promedio de jugadas es equiparable al de Parker. Es el receptor de las rutas cortas e intermedias, al que acuden los mariscales para lograr el primero y diez, el más consistente de todos. Tiene 20 recepciones para 261 yardas, 1 anotación y un promedio de 13.1 yardas por recepción.
Nelson Agholor ha batallado mucho con balones sueltos, pero su producción no es mala, tiene hasta el momento 14 recepciones, 225 yardas y una anotación con un promedio de 16.1 yardas por recepción. Es la opción para estirar el campo, aunque su participación ha ido decayendo en los últimos dos partidos, tiene 162 jugadas hasta el momento.
Kendrick Bourne es un jugador muy hábil, velocidad decente y puede correr el balón en jugadas especiales, sin embargo, problemas de disciplina lo mantuvieron en la banca la mayor parte del tiempo los primeros 3 partidos, aunque de a poco comienzan a darle más protagonismo. Cuando juega se hace notar, tiene 10 recepciones para 139 yardas con un promedio de 13.9 por recepción.
El novato Tyquan Thornton recién debutó esta semana y alineó 25 jugadas, teniendo 2 recepciones para 7 yardas. Su principal virtud es la velocidad, aunque también puede correr muy bien sus rutas, tal como lo demostró en la pretemporada. Es de suponerse que va a ir tomando más protagonismo, posiblemente en detrimento de Nelson Agholor.
Lil´Jordan Humphrey recién fue cortado por el equipo, era una presencia regular, había alineado en 128 jugadas y aportaba algo de versatilidad, formando cerca de la línea, sus estadísticas fueron pobres tomando en cuenta la cantidad de jugadas que tuvo dentro del campo.
Como conclusión, podemos afirmar que efectivamente no es un grupo que tenga jugadores de élite, de esos llamados playmakers, pero eso no quita que todos pueden lastimar a las defensivas rivales en algún momento. Agholor, Parker y Meyers ya tuvieron partidos de más de 100 yardas, por lo que la carga de trabajo está bien distribuida, eso contribuirá a que sean un grupo difícil de defender, pues los rivales nunca sabrán a quién ponerle especial atención.
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