Los Patriotas cerraron con una horrible derrota en Miami, dejando más dudas que certezas de cara a la postemporada, el equipo jugó sin alma y sin corazón por 3 cuartos, cometiendo los mismos errores que en las derrotas previas ante Bills y Colts, muchos castigos, una pésima defensiva contra la carrera, y una Mac Jones con muchos errores de concentración.
Análisis
No hay mucho material para el análisis, simplemente los Patriotas se desmoronaron en el final de temporada, perdieron no tanto por los aciertos del rival o por el buen coacheo de Brian Flores, la derrota se debe a que no jugaron a nada, este equipo no se parece en nada a aquel que en algún momento logró hilvanar siete victorias, se convirtieron en un equipo que comete errores infantiles, al mariscal le salió lo novato y la defensiva por tierra colapsó totalmente, o quizás solo está mostrando su verdadero rostro. Desde el comienzo del partido se notaba que sería una larga tarde para Nueva Inglaterra, los Delfines avanzaron 77 yardas con mucha facilidad, no tuvieron ninguna jugada de yardaje negativo y culminaron su serie con un touchdown en pase de Tagovailoa a Waddle para adelantarse 7-0. Nueva Inglaterra tenía su primera serie a la ofensiva y en la tercera jugada Mac Jones es interceptado por Xavien Howard, que regresó el ovoide hasta la anotación para adelantar a su causa 14-0. En su segunda serie Miami se adelantó 17-0 con un gol de campo de 30 yardas. Ya en el segundo cuarto los Patriotas mostraron algo de vida y descontaron con un acarreo de 15 yardas de Brandon Bolden para acercarse 17-7. De ahí en adelante, las ofensivas solo despejaron, la defensiva de los Pats mostraba ciertos signos de mejoría y al medio tiempo la ventaja era para los locales 17-7. Para arrancar la segunda mitad los Patriotas movieron bien el balón y consumieron 7 minutos del reloj, pero terminaron conformándose con un gol de campo para acercarse 17-10. Los Delfines reaccionaron de inmediato con una larga marcha de 75 yardas que coronaron con un acarreo de 1 yardas para anotar y despegarse 24-10. Nueva Inglaterra trataba de responder, y estando en la yarda 22 de Miami, Mac Jones comete otro grosero error y suelta el balón que terminaría con las esperanzas de poner puntos en el marcador. Miami aprovechó el regalo y anotaron un gol de campo para ampliar su ventaja 27-10. Los Patriotas tendría un tímido intento de remontada (otra vez), y tras una serie de 75 yardas con pase de Jones a Bolden se acercaban 27-17. Obligaron a los Delfines a un tres y fuera y los visitantes volvían a la carga. Faltando casi 3 minutos, Damien Harris anota con acarreo de una yarda y se ponía interesante el partido, con el marcador 27-24 y los Patriotas con 3 tiempos fuera. Pero tal y como sucedió en las derrotas ante Indianápolis y Buffalo, la defensiva fue incapaz de contener a sus rivales, y Miami casi agotó el reloj, devolviendo la posesión a su rival en su propia yarda dos restando dos segundos. Y por si algo faltara, en la última jugada, de esas que se supone que todos se lanzan el balón lateralmente, ni siquiera se pudo tener algo de emoción, pues en el primer lateral Miami intercepta y lo regresa para anotación, para así terminar de humillar a su rival divisional.
Los jugadores más destacados del partido fueron:
- Brandon Bolden. Corrió para 46 yardas y una anotación, y por la vía aérea aportó 20 yrdas por recepción y otro touchdown.
- Hunter Henry. Colaboró con 5 recepciones para 86 yardas.
- Jakobi Meyers. Las estadísticas de 70 yardas por recepción no parecen espectaculares, pero logró par de atrapadas espectaculares para mantener vivas las series ofensivas mostrando excelentes manos.
- Ja´Whaun Bentley. No fue un partido para nada brillante, pero sus 17 tackleadas son suficientes para hacerse notar, aunque ninguna de ellas llegó en momentos críticos.
Conclusión
El final de temporada fue muy malo para los Patriotas, con 3 derrotas en 4 partidos, y dos de esas derrotas ante equipos que ni siquiera calificaron a postemporada. Las 3 derrotas fueron muy similares, cometiendo muchas penalizaciones, y yéndose abajo en el marcador por más de 10 puntos, y ya está visto que el equipo no está diseñado para remontar. Los factores son muchos, la defensiva contra la carrera, malas decisiones y errores de Mac Jones, el juego terrestre ha dejado de producir y las jugadas enviadas desde las laterales nos dejan rascándonos la cabeza. No estamos para nada demeritando la temporada del equipo, 10 victorias y regresar a postemporada es bueno, Mac Jones es un novato, pero parece que puede ser el mariscal del futuro, el dúo de corredores (Harris-Stevenson) cuando están a plenitud son magníficos, y la defensiva muestra algunos chispazos. Si los errores se limitaran quizás todavía se pueda rescatar una victoria más, pero por lo mostrado en el cierre se ve en extremo complicado. Por lo pronto disfrutemos que estamos de regreso, no somos la aplanadora que solíamos ser, pero se están sentando las bases para volver a brillar, para volver a ser contendientes y el equipo nos seguirá dando satisfacciones en los próximos años.
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