De acuerdo, antes de que comiencen a bombardearnos en los comentarios, sí, quizá suena ridículo considerando lo que vimos esta temporada, sin embargo, les podemos decir que la historia está de nuestro lado, por lo que, de acuerdo a esta serie de coincidencias, los Pats deberían estar jugando el Super Bowl LVI.
Es común pensar que, para comenzar a ser un equipo ganador y contendiente, se requiere un largo proceso de construcción del equipo, sin embargo, múltiples equipos nos han enseñado que eso no es cierto, entre ellos, a los que toca destacar son a nuestros Patriots, que han demostrado que se puede llegar del fondo del abismo a la cima, de una temporada a otra.
Como lo comentamos en la semana, desde que Robert Kraft compró la franquicia de New England, solo se han presentado tres temporadas con récord negativa, la más reciente ocasión fue en 2020, las dos anteriores fueron en 1995 y en el 2000.
Lo interesante, es que en las dos ocasiones anteriores en las que esto sucedió, al año siguiente se levantaron y llegaron al partido más importante, así es, en 1996, después de una temporada con récord de 6-10, al año siguiente con Bill Parcells en las laterales, y con Drew Bledsoe al control de la ofensiva, el equipo llegó hasta el Super Bowl XXXI, donde desgraciadamente, sucumbieron ante Brett Favre y sus Packers.
Para la temporada del 2000, vimos la primera campaña de Bill Belichick a cargo del equipo, donde arrancó con el pie izquierdo, obteniendo un récord de 5-11. Al año siguiente, nacería la más grande dinastía en la historia de la NFL, después de una lesión del entonces titular Drew Bledsoe, un joven Tom Brady entraría a hacerse cargo de la ofensiva el resto de la temporada. Ese mismo año, llegaron hasta el Super Bowl XXXVI, donde darían una de las mayores sorpresas de la historia al vencer a los Rams de Kurt Warner para así dar inicio a la dinastía.
¿Simples coincidencias? Muy seguramente así es, pero, después de una temporada donde no hubo mucho que celebrar, al menos podemos tener el consuelo de pensar que la historia está a nuestro favor, y que si esta curiosa tendencia continúa, veremos a nuestros Patriots jugando en Los Angeles el Super Bowl LVI.
Por: Fernando Rabadán Abundez
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