Los camaleónicos Patriots una vez más se acoplaron perfectamente al nivel del rival que tenían enfrente, pero el día de hoy no alcanzó para la victoria ante un equipo de Houston que no es precisamente el rival más fuerte que podrían haber enfrentado.
Con este resultado, el equipo de New England prácticamente ha sepultado las remotas posibilidades que tenían de aspirar a la postemporada, pues si bien hay 7 lugares disponibles, son 9 los equipos en contienda, todos ellos mejor posicionados que los Patriots, y ya solo restan 6 partidos, por lo que a menos que les caigan del cielo las gemas del infinito, este año se romperá la racha de 11 años consecutivos en postemporada.
Análisis
El partido comenzó bien para las huestes de Belichick, Houston recibió y la defensiva los obligó a despejar, y la ofensiva de New England logró entablar una larga marcha de 10 jugadas para recorrer 84 yardas y coronarla con un touchdown de Damien Harris con un acarreo de 9 yardas; la fórmula fue la que le ha funcionado mejor a los Patriots, correr bien con Harris como ariete y esporádicos pases para balancear un poco. Pero el partido apenas comenzaba, los Texans respondieron inmediatamente con una ofensiva de 73 yardas para empatar el marcador 7-7. Ambos equipos intercambiaron posesiones y luego New England logró un gol de campo de 45 yardas para adelantarse 10-7 a mediados del segundo cuarto. Pero el equipo local a partir de ahí barrió por completo a los Patriots lo que restaba de la primera mitad, hilvanaron 2 largas series ofensivas de 75 y 80 yardas ambas culminadas en sendos touchdowns mientras que el ataque patriótico ya no tuvo manera de responder. Deshaun Watson se dio un festín exhibiendo a la mejor unidad de los Patriots que es su defensiva secundaria, que en esta ocasión no pudo frenar al mariscal texano. El partido se fue al medio tiempo 21-10 con ventaja para Houston, y ya se presagiaba una larga tarde, pues la ofensiva de New England no es precisamente la más talentosa como para remontar desventajas grandes, el equipo está diseñado para ganar partidos parejos de principio a fin, o en su defecto para administrar ventajas, más no para superar diferencias de 2 dígitos.
Era evidente que Belichick estaba bastante molesto con el desempeño de todo el equipo al medio tiempo, y se notó que ajustó las cosas para la segunda mitad. Comenzó New England con la primera ofensiva, pero se fueron en 3 y nada, pero la defensiva salió mejor para la segunda mitad, e igual obligó a despejar luego de 3 jugadas a la ofensiva de Houston. Los Patriots dieron señales de vida y anotaron para acortar distancias y poner el marcador 17-21 restando poco más de 8 minutos del tercer cuarto, la anotación vino por conducto de Damiere Byrd en un preciso pase de Cam Newton de 42 yardas. Los Texans respondieron con una larga serie ofensiva, pero fueron frenados y tuvieron que conformarse con un gol de campo para aumentar su ventaja 24-17. New England parecía encontrar ritmo a la ofensiva y contestó con otro gol de campo para volver a acercarse a 4 puntos. Houston vuelve a mover bien las cadenas, pero la defensiva una vez más se creció y los obligó a conformarse con otro gol de campo para poner el marcador 27-20. Restaban 4 minutos con 11 segundos en el reloj y New England tenía la oportunidad otra vez de tratar de remontar un marcador adverso en las postrimerías del partido, y poco a poco fueron acercándose hasta internarse en terreno texano, pero estando en la yarda 24 de Houston con 1:18 en el marcador, la línea ofensiva se rindió ante la presión de la defensiva rival, y Cam Newton no pudo completar su pase sepultando así las esperanzas del equipo.
Conclusión
Fue un mal partido, que demuestra que los Patriots esta temporada no están hechos para cosas grandes, justo luego de dos victorias consecutivas, la última bastante brillante ante un equipo contendiente, los Pat volvieron a la irregularidad que los ha caracterizado durante toda la temporada 2020. La defensiva simplemente no tuvo antídoto nunca para frenar a Deshaun Watson, y la ofensiva volvió a ser apenas promedio. De una manera inentendible abandonaron muy pronto el ataque terrestre justo cuando se enfrentaban a la peor defensiva por esa vía, y la línea ofensiva, que en términos generales ha sido de lo mejor esta temporada, el día de hoy no estuvo a la altura y constantemente fueron superados por los defensivos de Houston. Cam Newton tuvo un buen partido en cuanto a estadísticas se refiere, pero a criterio del que esto escribe, es evidente que no es la persona indicada para cargar con la ofensiva, cierto es que no tiene un gran elenco que lo acompañe, y eso cuenta mucho, pero no ha podido ser el jugador que se cargue el equipo al hombro, como lo hacen todos los mariscales estelares, se ha quedado corto en posibles remontadas en 4 de 5 partidos, y si bien no toda la culpa es de él, tampoco ha hecho lo suficiente (constantes pases bateados en la línea y lanzamientos al suelo aun no teniendo mucha presión) como para inspirar confianza y pensar que será parte de la solución. Las matemáticas razonables ya no alcanzan para tener esperanzas de postemporada, pues se requeriría de ganar los últimos 6 partidos (cosa que no sucederá) y que Buffalo, Miami, Las Vegas, Cleveland, Tennessee y Baltimore (3 de esos 6 equipos) pierdan al menos 3 de sus restantes 6 partidos, lo cual a todas luces es improbable.
Por:
Onésimo Ríos
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